martes, 3 de junio de 2014

Honesto

Por: Félix Corona


En algunas ocasiones creemos que todo está perdido, que el mundo es un completo desastre y llegamos a desconfiar de nuestros amigos, del policía, el sacerdote, el pastor, el maestro y hasta de nuestra propia familia. (En algunas ocasiones con sobrada razón)

Esta corta historia de la vida real demuestra que todavía hay esperanza. Hay quienes pueden comprar todo lo material y no son honestos, mientras que hay honestos a pesar de sus circunstancias de pobreza material. Podemos salir adelante a pesar del pesimismo de algunos.
Eran las primeras horas de la mañana, a pocos metros de un banco comercial donde realizaba varias transacciones, fui testigo de una acción, que me impactó considerablemente.  Un señor de aproximadamente 65 años de edad, sentado en el borde de una fuente agitaba sus manos haciendo gestos para que me acercase a él. Un poco dudoso me acerqué hasta ver en sus manos el recibo de un depósito o retiro bancario.

Como andan tantas personas en las zonas de los bancos solicitando dinero, de manera no muy afectiva, antes que abriera su boca le pregunté que deseaba conmigo. El señor, todavía sentado dijo, “usted que trabaja con la alcaldesa Ilana, y que se ve un hombre de respeto”, antes que terminara le interrumpí insistiéndole que fuera al grano inmediatamente. “ok” me dijo, - usted cree que yo podría tener problemas por un dinero que me dieron de más en el banco”, me explicó que fue a retirar el dinero de su pensión mensual de cinco mil pesos y que al solicitar todos sus fondos, la cajera le entregó la suma de $29,500 pesos.

El señor en cuestión se encontraba atormentado y quería saber si caería preso al tratar de reembolsar el dinero al Banco. Solo atiné a aconsejarle que fuera al banco a depositar el dinero que el entendía no es suyo, y que si es de ellos en algún momento lo tomarían de la cuenta, a lo que asintió contento.

Después de iniciar la marcha en mi vehículo, miré al señor a través del cristal, todavía un poco nervioso por la fortuna en sus manos que representan $29,500 pesos, él acostumbrado a vivir malamente con cinco mil mensual. Detuve la marcha, esta vez lo llamé y el vino hacia mi. Al acercarse le pregunté:´`'¡¡¡¡¡﷽﷽ hacia mi. Al acercarse le preguntel. Detuve la marcha, esta vez lo llameamigos, del polici¿Qué función hacía usted para El Estado por la que le otorgaron esa pensión? Me respondió “educador, siempre he sido profesor”

El pobre maestro no sabía que ya le habían hecho efectivo el pago retroactivo de su pensión aumentada por orden del presidente de la República, Lic. Danilo Medina.
¡Que gusto me dio saber de la disposición de este muy humilde hombre!

A pesar de haber vivido con un mísero salario de cinco mil pesos, estuvo dispuesto a reembolsar al banco lo que pensaba no era suyo. ¡No más palabras!

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